A pesar de todo, los Yunes no pierden, ¡pierde México!

Por Karina A. Rocha Priego

Todavía no se puede digerir lo que sucedió con la reforma judicial, la cual fue aprobada ¡gracias a la traición! de Yunes Linares y Yunes Márquez, estos que, primero, es muy seguro que hayan sido ¡amenazados por la UIF y AMLO! Quien, por cierto, tuvo el descaro de asegurar que “nunca hizo nada en contra de los Yunes, que estos actuaron por voluntad propia”, sabedores que no fue cierto, menos aún que el supuesto “operador” del voto traidor fue Adán Augusto López. Si bien es cierto que el exsecretario de Gobernación, hoy senador morenista, se sentó con Yunes Linares, no fue para “negociar”, sino para entregar, frente a frente, el “mensajito” del presidente para que votara a favor de la reforma judicial.

Claro, como lo hemos comentado en otras ocasiones, el Presidente López necesitaba de un “político” con la “cola” tan, pero tan larga, que pudiera someterlo a su antojo, casi casi que le besara hasta los pies a cambio de su libertad y tranquilidad y, para buena suerte de López Obrador, no le cayó un indecente y corrupto senador, ¡sino dos y del mismo apellido! Si no alcanzamos a entender por qué Marko Cortés, líder nacional del PAN, permitió que padre e hijo fueran senadores, uno propietario y otro suplente, y ya ven los resultados obtenidos de “esa mancuerna infernal”.

Pero, ¿qué “hubieran” perdido los Yunes de no haber caído en manos de la “mafia presidencial”? Bueno, no podemos hacernos los tontos, pretendiendo hacer creer que no sabemos “nada” de los Yunes, cuando estos, sobre todo Yunes Linares, ha sido señalado y acusado de enriquecimiento inexplicable, corrupción e incluso pederastia, este último delito que, dicen, “compartía con quien fuera su homólogo, el exgobernador del Estado de México, Eruviel Ávila Villegas”.

Del enriquecimiento inexplicable, se comenta, pudo haberse desprendido la “amenaza presidencial disfrazada de negociación” contra este par de “traidores” para que votaran a favor de la reforma. Recordemos que, hasta antes de que se llegara la hora de aprobar o desaprobar dicha minuta, se sabía que el Gobierno Federal buscaría cómo someter a algún senador de oposición para lograr su cometido, y lo logró; sobre todo, sabedores los Yunes de lo que podían “llegar a perder”, además de su libertad, de “no someterse, como cobardes que son, a AMLO”.

Ahora bien. Se dejó saber que esta “mancuerna diabólica” (Yunes Linares y Yunes Márquez) era propietaria de la Corporación Mexicana de Restaurantes, a la cual pertenecen el Wings, Fly by Wings, La Destilería, El Lago, Bistro Chapultepec, Chili´s, Olive Garden, Red Lobster, Sala Gastronómica, The Capital Grille y Sushi Ito, pero ¡para nada! CMR es una empresa fundada por Joaquín Vargas Gómez y que, aseguran, ¡no tienen nada que ver con los Yunes!.

Pero, al parecer, a “alguien” se le ocurrió desviar parte de la atención que había sobre padre e hijo, por lo que inventaron lo de los restaurantes, pero, cuidado, si bien no son dueños de CMR, podría ser que “sus propiedades”, al ser “mal habidas” se encuentren bajo la protección de algún “prestanombres” identificado, es un hecho, por el gobierno de López Obrador, de ahí “el sometimiento”.

Pero ¡ojo!, se dice que los verdaderos negocios y capital de los Yunes se encuentra en bancos norteamericanos, pues es allá donde hacían “sus negocios millonarios y oscuros”, los mismos que estaban amenazados para perder, de votar en contra de la reforma judicial, lo que nunca se imaginó este par “de traidores” -porque eso son, TRAIDORES, pues decidieron vender a México a cambio de su seguridad-, es que, tan luego fue aprobada la reforma, el gobierno estadounidense ya estaba encima de estos sujetos y ¡que les cancelan las visas a todos los “honorables” Yunes! con lo que, de nada habrá servido venderse a Morena si de todos modos lo van a perder todo.

Ahora, con la “cancelación de las visas de la familia Yunes”, ¿qué cree usted que sucederá? Primero, los bancos estadounidenses habrán de cancelar todas las cuentas que tengan esos sujetos con ellos y, si se ven “decentes”, les transferirán su dinero, pero ¡a un banco mexicano!, no sin antes hacerles ver que se han convertido en entes “non gratos” para Estados Unidos.

Luego, correrá un boletín por todo el territorio estadounidense, haciendo saber a todas las empresas que tengan alguna relación con los Yunes, cancelen todo lo existente y se abstengan de volver a hacer negociaciones con ellos, de lo contrario, serán severamente sancionados.

Por supuesto, no podrán volver a volar a través de aerolíneas estadounidenses y mucho menos podrán viajar por mar en barcos propiedad de empresas de Estados Unidos.

Casi casi, querido lector, se está tratando a estos traidores como ¡narcotraficantes o integrantes de la delincuencia organizada!.

Y que no se les haga raro que, de repente, salga con que están siendo investigados por ¡lavado de dinero!, y que sean requeridos por el gobierno de Estados Unidos por alguna “situación rara”.

Ahora bien, estarán de acuerdo en que nada, ni la expulsión de los Yunes del PAN, ni la cancelación de sus visas, ni siquiera que los acusaran por lavado de dinero y fueran a dar, de todos modos, a la cárcel, minimizarán el gran daño que le causaron a México; con nada pagarán la traición a la patria; a los partidos políticos les ha dado por “expulsar” a los que consideran “non gratos” entre sus filas pero, ¿y…?

En el caso de la reforma judicial, el daño a México ya está hecho, ahora que los que la aprobaron también se atengan a las consecuencias, y todos los Yunes, ¡todos!, desde el más grande hasta el más pequeño, que vayan pidiendo “asilo” en Cuba, Venezuela, Brasil, Chile, Colombia, Ecuador, porque, seguramente, sólo ahí serían recibidos, y no bien, por ¡traidores!…

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