La participación de organizaciones criminales en la importación, fabricación y distribución de fentanilo aumentó un 42 por ciento en cinco años, según el último reporte del servicio canadiense de inteligencia criminal.
La policía canadiense está constatando la multiplicación de laboratorios clandestinos y, este otoño boreal, fue desmantelado “el más grande y sofisticado de los superlaboratorios de fabricación de drogas de la historia de Canadá” donde se incautó un equivalente a 95.5 millones de dosis.
Esta localización de la producción está relacionada con las medidas más estrictas impuestas a China en 2019 para controlar este opioide. Pero según las autoridades canadienses, China sigue siendo “la principal fuente de varios precursores químicos para la producción ilegal de drogas en Canadá”.