El entorno preocupante y de alerta que rodea la soberanía energética, una vez que el nuevo presidente de Estados Unidos, Donald Trump, ha adelantado su postura en las cuestiones de economía que tiene que ver con México, obliga a un cambio radical en la agenda energética global. Con el nombramiento de Chris Wright, un negacionista del cambio climático y líder del fracking, como secretario del Departamento de Energía, Estados Unidos refuerza su papel como el mayor productor mundial de petróleo, con 13.4 millones de barriles diarios.
Frente a este panorama poco alentador, México responde con su Estrategia Nacional del Sector de Hidrocarburos y Gas Natural, presentada por la secretaria de Energía, Luz Elena González. Esta política busca fortalecer la soberanía energética y garantizar la seguridad del suministro en un contexto de crecientes desafíos internacionales.