A diez años del ataque en donde 77 personas perdieron la vida, el ultraderechista Anders Behring Breivik, solicitó ante un tribunal su liberación inmediata por “considerarse inocente” y “víctima del sistema”.
Al llegar a su audiencia, el acusado realizó un saludo nazi, mostrando ante tus juzgadores papeles en los que se leía “Detengan el genocidio de las naciones blancas”.