La prevista apertura de dos corredores humanitarios en Mariúpol y Volnovaja, en el sureste de Ucrania, para desalojar a la población civil, anunciada por Rusia, quedó suspendida por operaciones militares de las que ambas partes se acusaron mutuamente.
Según el Ministerio de Defensa ruso, los nacionalistas y las Fuerzas Armadas de Ucrania aprovecharon la tregua humanitaria para “reagrupar unidades” en las posiciones defensivas y en todo Mariúpol, estratégica ciudad portuaria, que tiene casi 450.000 habitantes, algo que también habría observado en Volnovaja.