Con el objetivo de observar los cuidados que se llevaron a cabo en torno a las personas adultas mayores durante y tras la crisis sanitaria por el virus SARS-CoV-2, Zoraida Ronzón Hernández, investigadora de la Universidad Autónoma del Estado de México (UAEMéx), realizó un trabajo de investigación, el cual se llevó a cabo durante un año y medio.
En esta investigación se pudo observar que se emplearon tres métodos de atención médica. El primer modelo se trata del “médico hegemónico”, el cual consiste en tener atención en una clínica o centro de salud; el segundo modelo es el alternativo subordinado, en donde se añade una práctica extra de cuidado como el temazcal y, por último, el modelo de autocuidado, en donde se atiende uno mismo, a través de remedios caseros, complementándose entre los tres modelos.
Ronzón Hernández pudo identificar dos dinámicas familiares de cuidado en relación al contexto de las personas adultas mayores. Por un lado, aquellos que tenían redes de apoyo familiar previas al confinamiento pudieron recibir atención de parte de sus familiares, lo que facilitó la interacción intergeneracional, mientras que las personas adultas mayores que carecían de estas redes tuvieron que enfrentar la situación por sí mismos durante y después del confinamiento.
Los resultados que obtuvo fueron 50 narrativas autobiográficas en 12 municipios del Estado de México y 10 en la Ciudad de México, a través de las cuales se identificaron los cambios en las estructuras, los arreglos familiares y la forma de corresidencia entre las personas adultas mayores durante y después del confinamiento, a corto y largo plazo.
La investigadora mencionó que nos encontramos en proceso de una sociedad con tendencia al envejecimiento y por ello, las personas a cargo de la toma de decisiones deberían tener conciencia de la necesidad de crear políticas públicas que promuevan el bienestar de las personas adultas mayores. A su vez, la investigadora compartió un logro alcanzado tras años de trabajo sobre vejez y envejecimiento, el cual fue ayudar a reformular, replantear y actualizar la Ley del Adulto Mayor del Estado de México, siendo reformada el 05 de abril de 2024.
Finalmente, la investigadora dejó un mensaje muy motivador para aquellas mujeres que desean dedicarse a hacer ciencia: “Cada vez somos más mujeres que nos dedicamos a la investigación. Tenemos la fortuna de que las que estamos aquí podemos tener la oportunidad de tirar muros para las que vienen detrás, para que en algún momento esta paridad de género y esta igualdad entre todas las mujeres y entre todas las personas sean una realidad, no sólo un pronunciamiento político, ni una idea utópica, sino que tengamos la posibilidad de dedicarnos a lo que nos gusta, y, afortunadamente, yo me dedico a lo que me gusta que es la investigación social”.