Por ROBERTO MELENDEZ S.
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Mientras en Olinalá, Guerrero, pobladores de la montaña amarraron de pies y manos, golpearon y quemaron vivos a dos presuntos secuestradores, en Morelia, Michoacán y Benito Juárez, Quintana Roo, habitantes de dos fraccionamientos pretendieron linchar a dos ladrones y un masculino que hizo tocamientos sexuales a una jovencita, lo que deja en claro que el hacerse justicia por propia mano comienza a “tomar carta de naturalización” en el país, ante la manifiesta incapacidad de autoridades de los tres niveles de gobierno para prevenir y erradicar conductas constitutivas de delito.
“Nadie, absolutamente nadie, ello de acuerdo a la constitución, puede hacerse justicia por propia mano y quien lo haga tendrá que responder ante las autoridades competentes, pero ello poco o nada interesa a quien o quienes privan de vida a una personas por haber incurrido en la comisión de algún delitos, principalmente secuestro, extorsión, violación o abusos sexuales refieren los penalistas Alberto Woolrich Ortiz y Enrique Fuentes Ladrón de Guevara.