El asesinato del padre Marcelo Pérez en Chiapas ha desatado una fuerte reacción de la Iglesia católica, que exige al gobierno de Claudia Sheinbaum respuestas ante el incremento de la violencia en el país. Tras solo semanas de asumir el mando, la administración de Sheinbaum enfrenta un clamor general por seguridad en medio de graves ataques en estados como Guerrero, Sinaloa y Guanajuato, que han dejado decenas de muertos. La situación ha escalado hasta tal punto que el Papa Francisco, desde Roma, expresó su dolor y preocupación por la violencia que azota a México.