Las cuentas claras, aunque las formas no sean del todo las más transparentes. Esa es la posición que asume la Unión Europea (UE), que tiene muy claro lo que quiere con México. A pesar de que el mundo es otro y han aparecido nuevas competencias desde el cierre de las negociaciones hace más de cuatro años, no reabrirá el acuerdo negociado para modernizar sus vínculos con su socio estratégico latinoamericano.
Por ello Monika Solís, Oficial para México del Servicio de Acción Exterior Europeo, asegura que entrar en una dinámica de nuevas conversaciones abriría un proceso que difícilmente tendría conclusión.
“Además, es mejor sumar las disposiciones negociadas, como son los mecanismos de protección de inversiones, ampliación de las reglas de origen y acceso a compras públicas, que continuar operando con un pacto obsoleto”, advierte de manera puntual Monika Solís.
“Si bien no es tan moderno como hubiera sido en 2020, cuando lo concluimos, es mucho más actualizado que el de 2000, porque tenemos un número importante de nuevas normas, como la protección de inversiones, por lo que creemos firmemente que es importante seguir adelante (…) Negociar un texto completamente nuevo es una caja de Pandora. Sabemos que hay algunas sensibilidades en la actualidad, incluso aquí en Europa, por lo que modernizar un acuerdo con lo que se tiene, es mucho más sencillo y quizás en una etapa posterior, en algún punto, podemos actualizarlo”.