Texas ofreció más de 500 hectáreas de terreno cerca a la frontera con México para que el Gobierno del presidente electo de Estados Unidos, Donald Trump, lo utilice como un gran centro de detención de migrantes indocumentados para su plan de deportaciones masivas.
En una carta, la Oficina General de Tierras de Texas indicó que está “completamente preparada” para llegar a un acuerdo con el Departamento de Seguridad Nacional (DHS) para permitir que se construyan instalaciones para “procesar, detener y coordinar” las deportaciones en un terreno de 567 hectáreas en el condado de Starr, al sur de Texas.
El terreno se usa actualmente como una granja de cultivos de productos como cebollas, canola, girasoles, grano, maíz, algodón y soja y la Oficina de Tierras de Texas no aclaró qué sucederá con esta producción cuando sea cedido al Gobierno federal.