Un emotivo y amoroso homenaje fue el que se le brindó a la primera actriz Silvia Pinal en el Palacio de Bellas Artes previo a ser llevada de nueva cuenta a la funeraria J. García López en donde sus restos fueron cremados en una ceremonia muy íntima en la que solo estuvieron presentes hijas, nietas y familiares más cercanos a la última Diva en la época de Oro del cine mexicano.
Una carroza de los años 30 con los restos de la primera actriz Silvia Pinal salió a las 9:30 de la mañana de la funeraria J. García López, ubicada en el sur de la Ciudad de México, y a las 11:20 horas ingresó el féretro al Palacio de Bellas Artes entre aplausos de los asistentes y vivas.
La primera guardia en el ataúd estuvo compuesta por sus hijas Sylvia Pasquel, Alejandra Guzmán, su nieta Stephanie Salas y bisnieta Michelle Salas, así como la secretaria de Cultura federal, Claudia Curiel de Icaza.
En el recinto cultural más importante de México se apreció ante la caja funeraria una gran foto de la diva cuando era joven y flores con girasoles. Destacaba igual un arreglo floral enviado por el cantante Luis Miguel.
