* ¿Serán para comprar el voto a su favor?……
Por Karina A. Rocha Priego
Fue el 7 de enero de 2020 cuando Ricardo Sodi Cuellar asumió la presidencia del Poder Judicial del Estado de México, un jurista del que se tenían muchas esperanzas porque limpiara y transparentara al sistema judicial durante su tiempo en el cargo, pero no fue así.
Al parecer, le faltó mucho por hacer y, por la expresión que hizo cuando supo que habría un interino en el cargo, parece que le falta mucho “por limpiar”, sobre todo cuando el abuso y corrupción entre los jueces está a todo lo que da.
Ricardo Sodi esperaba quedarse más tiempo, pero en enero de 2025 tendrá que irse y el interinato que habrá de cubrirse será mientras se designa al próximo presidente del Poder Judicial del Estado de México, sin embargo, este ya debía haberse dado cuenta de que el Poder Judicial no era un espacio de estudiantes, a los cuales podía manipular a su antojo y aprobar o desaprobar cuando “no eran de su agrado”. El Poder Judicial, está conformado por personas presuntamente preparadas, acostumbradas “al moche” para la resolución de conflictos.
Hoy, a su salida, quienes se queden a cargo del Poder Judicial tendrán que, primero, hacer una “buena limpia”, porque se supone que para eso ha sido aprobada la reforma judicial y, segundo, tendrán que fijarse que los que lleguen, en verdad sean profesionales del Derecho para sacar adelante cientos de asuntos que, por ¡dinero!, están parados desde hace mucho tiempo.
Pero lo que llama la atención y, al parecer, ya que le “cayó el veinte a este” de que, se va por que se va, es que repartirá “bonos” de 50 mil pesos a cada uno de los más de seis mil empleados del Poder Judicial, no sin antes asegurar que este “reparto”, podría cambiar con la próxima elección de jueces, así que, colgándose “el milagrito”, este se quiere ir deseando que los que ahí trabajan “nunca se olviden de él”.
Tal como lo ha hecho saber pues, asegura, “lo van a extrañar”, dejando entrever que, sin él, no habrán componendas ni bonos, ni nada por el estilo, como si este fuera el dueño del dinero cuando, se dice, los más de 300 millones de pesos que pretende repartir, provienen de los fideicomisos del Poder Judicial, dinero que, por cierto, el Gobierno Federal, pretende adueñarse porque México “está quebrado”.
Definitivamente a nadie le gusta quedarse sin trabajo, mucho menos cuando están acostumbrados a vivir del erario público y eso de los bonos, me suena a “amenaza” de que “conmigo sí, con los demás quién sabe”, cuando, insisto, el Poder Judicial está hecho un asco, pues la corrupción ahí dentro está a todo lo que da.
Es más, hemos de presentar, en breve, un caso de abuso por parte de algunos jueces que, en lugar de apoyar a una víctima, han ayudado a un victimario, luego de recibir dinero.
Pero qué mal la viene haciendo Ricardo Sodi; claro que este quería perpetuarse en el poder o lograr lo que al fiscal general de Justicia del Estado de México, José Luis Cervantes, le ha funcionado, que alargaran su periodo por nueve años, por lo que ocupará el cargo hasta 2031, lo cual, no le salió bien pero, ojo, porque este se registró como candidato para la elección, por voto popular, de ministros de la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN) que se realizará en 2025, sin querer aceptar que, los que resulten “ganadores” es porque los “morenistas” así lo querrán, sean o no profesionales del Derecho.
Por lo pronto, en lo que se llega 2025, el Órgano Superior de Fiscalización del Estado de México, lanzó más de cien observaciones contra el Poder Judicial, ubicándolo en el organismo con más irregularidades detectadas en 2023, mismas que, supongo, tendrá que resolver Sodi Cuellar antes de irse o, tendrá que estar al pendiente para que queden resueltas por lo que su “triunfo en 2025” definitivamente no existirá.
Qué triste que este señor pretenda “comprar la voluntad” de los más de 6 mil trabajadores del Poder Judicial mexiquense, con un bono de 50 mil pesos, para que en 2025 sean quienes voten por él. Más claro, ni el agua, muy al estilo ¡Morena!
En fin. Mientras Ricardo Sodi Cuellar regala o pretende dar 300 millones de pesos, el sistema judicial en el Estado de México se desmorona. Hay infinidad de quejas y denuncias y, aunque no se estemos de acuerdo con la reforma judicial, de entrada, esa forma de elegir jueces y magistrados y el que remuevan ¡casi a todos!, puede ser una buena oportunidad para deshacerse de todos esos corruptos que le han puesto “precio” a la justicia en el Estado de México…
CAMBIANDO DE TEMA… Sin lugar a dudas, hoy es uno de los días más importantes para las familias católicas en México, la celebración de la Virgen de Guadalupe, a quien se venera mundialmente, al tiempo que, este día, marca oficialmente las festividades decembrinas para la comunidad católica.
Esta, es una de las fechas más significativas para los fieles católicos, y se espera, como cada año, llegada de millones de visitantes al recinto mariano ubicado en el cerro del Tepeyac, hogar de la Basílica de Guadalupe, donde se encuentra el ayate que, según la tradición, porta la imagen milagrosa de la Virgen Morena.
Ante la masiva afluencia, las autoridades locales han implementado un operativo de seguridad para garantizar la integridad de los asistentes, entre hombres, mujeres, niños, ancianos, personas con capacidades diferentes, que acuden a la casa de Nuestra Señora de Guadalupe a cantar las tradicionales Mañanitas, a dar las gracias, a poner en sus manos las necesidades de miles de peregrinos que ahí se congregan.
Según la tradición, en 1531, la Virgen María se apareció al indígena Juan Diego Cuauhtlatoatzin en el cerro del Tepeyac, donde antes se veneraba a Tonantzin, la diosa madre de los pueblos originarios. En cuatro encuentros, la Virgen pidió la construcción de un templo en ese lugar. Para convencer al obispo fray Juan de Zumárraga, Juan Diego presentó el ayate con la imagen milagrosa de la Virgen, estampada de manera inexplicable tras transportar en él un ramo de rosas fuera de temporada.
Esta historia, narrada en el Nican Mopohua en 1556, conecta la espiritualidad prehispánica con la fe católica, en un sincretismo que marcó la evangelización de México…