Francisco Garduño Yáñez, comisionado del Instituto Nacional de Migración, en su último día al frente del organismo y luego de las críticas y demandas en las que se ha visto envuelto durante su controvertida gestión, finalmente se va a “La Chingada” como lo dijo en su despedida a visitar a su amigo Andrés Manuel López Obrador.
Antes de irse llamó como “el pollero de Dios” al sacerdote Juan Manuel Solalinde. También acusó a sus críticos de ser organizaciones que no conocen la migración.
Tras la Asamblea Nacional del IMSS, abundó que, Solalinde promueve las caravanas y que es lamentable el trato que se les da, pero no hacen nada por tratar de resolver su problema.