La reforma judicial está provocando una desbandada nunca vista de juzgadores federales, que están dejando a los tribunales más importantes del País en manos de secretarios.
El Consejo de la Judicatura Federal (CJF) registró al 8 de enero un total de 329 plazas vacantes, 136 por ciento más lugares desocupados que los 139 que existían el 12 de octubre, cuando el Senado realizó la “tómbola” para determinar los puestos que serán sometidos a voto popular en junio de este año.
“Un número relevante de personas juzgadoras tomaron la decisión de ejercer su derecho de jubilación o retiro anticipado, ante la posibilidad de un nuevo ejercicio de la función jurisdiccional con independencia disminuida y en riesgo”, explicó Lilia Mónica López Benítez, consejera de la Judicatura Federal y Magistrada de carrera.