Basílica de Guadalupe, convertida en centro de acopio de armas

Por Karina A. Rocha Priego

El día de hoy, queridos lectores, me habrán de disculpar, pero lo que el gobierno federal está haciendo en la Basílica de Guadalupe ¡es una verdadera mentada de madre! Pues hacer uso de este sagrado lugar como “centro de acopio de armas” es una grosería para la población católica de este país y una burla, ya que la “mente maquiavélica” de quien haya propuesto este lugar para el canje de armas de fuego, lo hizo con toda la intención de usar a la iglesia como “arma”, para que la población entregue las armas que tiene en su casa, oficina o en su negocio.

Resulta que la emblemática Basílica de Guadalupe, uno de los recintos católicos más importantes del mundo, desde el pasado viernes se ha convertido en el principal centro de acopio de armas de un acuerdo nacional de desarme voluntario en México que, dicen, busca reducir los índices de criminalidad, en medio de la creciente violencia, la cual, estarán de acuerdo, se desató durante la administración de Andrés Manuel López Obrador luego de implementar su fallido programa “abrazos, no balazos” en este país.

Para muchos, el hacer uso de la Basílica de Guadalupe, una de las más veneradas en el mundo entero, ha sido una verdadera afrenta del gobierno federal, además de que esta, no por ser la primera vez en que se usa una iglesia para programas como el de “Sí al Desarme, Sí a la Paz”, significa que está bien hecho, pues la manera de pensar de los católicos en México y, sobre todo, los que veneran a la Virgen de Guadalupe, es muy arraigada y no permiten este tipo de “abusos”.

Sí, abusos, porque queda claro que quien haya ordenado esto, es porque no tiene ni la más remota idea de lo que es para los guadalupanos el respeto que se le debe y merece la Basílica de Guadalupe.

Ahora bien, uno de los argumentos para hacer uso de la Basílica para el “canje de armas”, es que está ubicada en una de las regiones más violentas del país, pensando que a esta llegan delincuentes de la zona. El programa sería un éxito si estos decidieran vender sus armas hasta por 26 mil pesos (cada una), mejor aún que, dicen, “nadie preguntará sobre el origen del arma”.

Pero estarán de acuerdo en que no se trata de las armas o el dinero que entreguen por ellas, se trata del lugar, están pretendiendo alterar el respeto que se tiene a los templos católicos en México; pretenden “vender un pedazo de cielo por un arma”, burlándose así de la población. El que “otros” no sean católicos, queridos lectores, no quiere decir que se les pueda olvidar que México es guadalupano, por tanto, insisto, es un abuso el que están cometiendo las autoridades federales, pretendiendo, además, hacer ver que ellos, el gobierno ¡es dueño de todos los inmuebles en este país!, lo cual definitivamente no es cierto, por lo que no deben abusar de ellos.

Y no es que esté mal el programa de desarme que se ha implementado en todo el país, pero también, estarán de acuerdo, las innumerables células y cárteles criminales que operan en México ¡por supuesto que no van a cambiar sus armas por 20 mil pesos, cuando los sicarios de estos grupos criminales podrían estar ganando hasta 10, 20 o hasta 30 veces más por cumplir una orden “de arriba”!, entonces, sí, qué bueno que están recogiendo armas que no deberían circular, pero recordemos, también, que civiles que estén armados, es porque decidieron defenderse de los  delincuentes, lo que los grupos policiacos ¡no hacen! Y, créanme, con esto estamos ciertos de que no podrán evitar guerras por plazas, como sucede en Sinaloa en estos momentos, porque quienes hacen entrega de sus armas, insisto, son personas comunes y corrientes y no los delincuentes a los que, por cierto, el gobierno de AMLO les dio manga ancha para que actuaran en México.

Es un hecho que México ha vivido muchos episodios de violencia, generada principalmente por enfrentamientos entre grupos criminales que utilizan poderosas armas; sin embargo, los programas de seguridad que se han implementado en los últimos años han sido ¡fallidos!, y este programa de canje de armas -lleve el nombre que lleve- no será la excepción, pues mientras no se ataque de manera directa a las células que en verdad están generando violencia en este país, todo lo que hagan será como “poner curitas en las heridas”, pero nada más. Paliativos, dirían muchos.

Ahora bien, según algunos especialistas -y no se necesita serlo-, la solución no está solo en desarmar a la población a través de estos programas de canje pues, como ya lo hemos repetido, la facilidad con que miembros de la delincuencia organizada consiguen armamento supera por mucho la cantidad de armas que se entregan con esos programas.

Pero, ahí les va. Resulta que seguirán haciendo uso de los templos religiosos para este plan de desarme, lo cual se llevará a cabo en zonas de alta violencia Chiapas, Guanajuato y Guerrero pues, en estas zonas, incluso, varios miembros de la iglesia han sido asesinados.

Pero el uso de iglesias, es considerado, por mucha gente, como un acto de provocación del gobierno federal, considerando que la Jefa del Ejecutivo Federal, “está aprovechando” las inclinaciones católicas de los mexicanos “para mover a la gente” y hacer ver que “sus programas” funcionan. Claro que, si llevaran a cabo estos programas en iglesias o templos donde veneren a la Santa Muerte o a Jesús Malverde, tal vez, y solo tal vez, los “peones” de las células y cárteles delictivos, doblarían las manos, de otra forma, es una burla para los católicos guadalupanos en México…

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