Migrantes de Centro y Sur América han reportado haber sufrido abusos de autoridad y agresiones físicas por parte de agentes del Instituto Nacional de Migración (INM) mientras pasaban por Palmira, en Ojocaliente, esto en el estado de Zacatecas.
El tren en el que viajaban se detuvo cerca de los campos de cultivo de una famosa planta cervecera instalada en la región, y han pasado más de 24 horas desde entonces. Entre 1,500 y 2,000 personas procedentes de países como Honduras, Venezuela y Colombia, entre otros, se han quedado varadas durante su travesía hacia la frontera norte.
“En esta caravana viajan muchos niños, pero a las autoridades no les importó”, lamentaron los migrantes, destacando que tanto niños como adultos, hombres y mujeres, fueron maltratados por los agentes del INM.
“Nos trataron como delincuentes”, reclamó una mujer proveniente de Venezuela, que viajaba con sus cuatro hijos: dos niños y dos adolescentes. Después de que el tren se detuviera en Calera de Víctor Rosales, Zacatecas, el personal del INM separó a la mujer de sus dos hijos mayores.
Después de horas de desesperación por estar incomunicada, la mujer logró cargar su celular y pudo llamar a sus hijos, quienes estaban bien pero kilómetros atrás, esperando el tren para continuar el viaje.