Un grupo cercano al presidente electo estadunidense, Donald Trump, elabora caminos con el fin de materializar la promesa de campaña del republicano para realizar deportaciones masivas de indocumentados, de acuerdo con personas que trabajan en la transición de gobierno, miembros del Congreso y otras personas cercanas al republicano.
Los asesores del magnate discuten cuáles serán las acciones ejecutivas necesarias para dicha agenda, y cómo financiarla. Se calcula que ejecutar el retorno de manera masiva de los extranjeros con ingreso irregular a aquel país podría costar alrededor de 88 mil millones de dólares al año.
Se prevén cambios de políticas, como la revocación de una orden de la administración de Joe Biden a fin de que el Servicio de Inmigración y Control de Aduanas no persiguiera a los migrantes indocumentados que no hayan cometido otros delitos, para centrarse primero en quienes hayan recibido órdenes finales de deportación de un tribunal y en aquellos con otras condenas o cargos penales.