En una jornada marcada por negociaciones y divisiones partidistas, la Cámara de Representantes de Estados Unidos evitó el cierre parcial del gobierno, al aprobar un acuerdo para financiar al Ejecutivo y mantener operativas las agencias federales. El proyecto ahora deberá ser aprobado en el Senado.
El acuerdo, alcanzado apenas horas antes del plazo límite, pone fin a semanas de tensiones políticas y desacuerdos internos entre republicanos y demócratas.
El panorama político se complicó cuando la Cámara de Representantes, controlada por los republicanos, rechazó en repetidas ocasiones propuestas de financiamiento.