En las remotas y peligrosas brechas de la región limítrofe entre Michoacán y Jalisco, el Cártel Jalisco Nueva Generación (CJNG) ha desplegado una táctica de guerra altamente letal: la siembra de artefactos explosivos. Este fenómeno ha transformado las tierras de la sierra michoacana en un verdadero campo minado, donde la vida cotidiana se ve alterada por la amenaza constante de explosiones. El CJNG, bajo la dirección de Nemesio Oseguera Cervantes, conocido como El Mencho, ha utilizado estos dispositivos para evitar el ingreso de sus rivales y de las fuerzas de seguridad. A lo largo de los municipios de Aguililla, Tepalcatepec, Buenavista Tomatlán, Coalcomán y Cotija, las minas terrestres han proliferado, creando un ambiente hostil para cualquier intento de intervención.