Por Tanya Acosta-Raúl Ruiz/Reporteros.
Las redes sociales, un espacio que en otros contextos sirve para conectar a personas, ahora se han convertido en una herramienta para el crimen organizado. A través de anuncios de empleo con atractivas promesas de sueldos altos y oportunidades de crecimiento, los cárteles han encontrado la forma de reclutar voluntariamente a jóvenes, algunos sin saber que están entrando a una trampa sin salida.
Detrás de estas promesas de éxito se esconde una realidad oscura: desapariciones, amenazas y la casi imposible salida de las filas del narcotráfico. En algún momento, seguramente te has preguntado cómo es el proceso de reclutamiento dentro del mundo del narcotráfico o el crimen organizado y casi todos tenemos la misma imagen en la cabeza por todo lo que vemos, vivimos o leemos.
A menudo, la primera imagen que llega a la mente es la de los “levantones”, donde individuos son forzados a trabajar para facciones criminales bajo amenazas de violencia o muerte. Sin embargo, la realidad ha comenzado a cambiar, y los métodos de reclutamiento se han transformado hacia estrategias más sutiles y menos visibles, usando las redes sociales como principal vehículo de atracción.