Una delegación del gobierno Talibán visitó el lunes la provincia de Herat, en el oeste de Afganistán, tras el potente terremoto que mató al menos a 2.000 personas durante el fin de semana y aplanó pueblos enteros, según un comunicado.
El terremoto del sábado de magnitud 6,3 sacudió una zona densamente poblada en Herat y le siguieron fuertes réplicas en lo que fue uno de los temblores más mortíferos que azotó el país en dos décadas.
El portavoz de la autoridad de desastres, Janan Sayiq, dijo a los periodistas en Kabul que hasta el momento alrededor de 4.000 personas murieron y resultaron heridas y que cerca de 2.000 casas quedaron completamente destruidas en 20 aldeas. La ONU estima que los muertos y heridos se acercaban a las 2.500 personas.