En un pueblo de Columbia Británica, Canadá, la Policía Montada de Canadá (RCMP) irrumpieron en una propiedad que, a simple vista, parecía no guardar ningún misterio. Sin embargo, descubrieron lo que era, en realidad, el laboratorio de drogas más grande y sofisticado jamás encontrado en la historia de Canadá.
Los investigadores se enfrentaron a un sofisticado centro de producción que involucraba metanfetamina, fentanilo y otras sustancias ilícitas. Pero lo más sorprendente no fue solo la cantidad de drogas encontradas, sino la tecnología empleada para su producción.
En total, las autoridades incautaron casi 400 kilos de metanfetamina, 54 kilos de fentanilo, junto con cantidades menores de MDMA y cocaína. Los investigadores estiman que la cantidad de drogas listas para distribución representaba millones de dosis, lo que a su vez generaría una inmensa rentabilidad, estimada en 485 millones de dólares.
