Trabajadores agrupados en el Sindicato Independiente Nacional Democrático de Jornaleros Agrícolas (SINDJA) se declararon en huelga el viernes frente a las oficinas de la empresa El Milagro de Baja, y ayer cerraron dos tramos de la Carretera Transpeninsular, cerca del municipio de San Quintín, para exigir mejores condiciones laborales, así como el cese de amenazas y represalias.
Con gorros, cubrebocas y chamarras, para protegerse del crudo invierno que azota el noroeste mexicano, las mujeres y hombres que prestan sus servicios en este campo agrícola alzaron la voz y se movilizaron para hacer cumplir sus derechos.
Los mil 800 trabajadores del campo, quienes cobran a destajo, pidieron el aumento del precio de pizca de fresa y moras de 22 a 30 pesos por caja, pues el incremento patronal es de un peso cada año.