No bien sale de una denuncia y ya enfrenta otra, en lo que parece que no le afecta y mucho menos pone en riesgo su posición y su tutela al frente del Partido Revolucionario Institucional (PRI). Ahora Alejandro “Alito” Moreno Cárdenas, dirigente nacional del partido tricolor, y Pablo Guillermo Angulo Briceño, diputado federal y presidente de la Comisión de Vigilancia de la Auditoría Superior de la Federación (ASF), son investigados por la Fiscalía General de la República (FGR) y la Contraloría Interna de la Cámara de Diputados, por la presunta sustracción y difusión de información confidencial.
Según información recabada por fuentes al interior del partido, en la citada denuncia se acusa a Moreno Cárdenas de difundir en su cuenta de redes sociales un mensaje acompañado de fotografías que reproducen un acuse de presentación de una denuncia federal contra el fiscal del estado de Campeche, Renato Sales Heredia. Se explica que el funcionario fue acusado de presuntamente usar indebidamente un software y equipo de seguridad nacional para espiar a periodistas y adversarios políticos, un equipo valorado en 807 millones de pesos que habría sido sustraído durante su mandato como Comisionado Federal de Seguridad.