En 2024 viviremos con un contingente de 733 millones de personas que todavía están desnutridas. Es como si las poblaciones de Brasil, México, Alemania, Reino Unido, Sudáfrica y Canadá, juntas, estuvieran muriendo de hambre, señaló el presidente brasileño, Lula da Silva en la inauguración de la Cumbre G20.
Al lanzar la Alianza Mundial contra el Hambre y la Pobreza el mandatario brasileño hizo énfasis en que actualmente “tenemos el mayor número de conflictos armados desde la Segunda Guerra Mundial y el mayor número de desplazamientos forzados jamás registrado. Los fenómenos meteorológicos extremos muestran sus efectos devastadores en todos los rincones del planeta.
También aludió a las desigualdades sociales, raciales y de género que se están profundizando a raíz de una pandemia que se ha cobrado más de 15 millones de vidas. El símbolo supremo de nuestra tragedia colectiva es el hambre y la pobreza”, dijo.
Afirmó que el hambre y la pobreza no son el resultado de la escasez o de fenómenos naturales. El hambre, como dijo el científico y geógrafo brasileño Josué de Castro, `es la expresión biológica de los males sociales´. Es producto de decisiones políticas, que perpetúan la exclusión de gran parte de la humanidad.