El día de ayer se presentó una inusual tormenta eléctrica acompañada de fuertes lluvias y granizo, que afectó la ciudad de Puebla, México, causando inundaciones, enormes bloques de granizo y múltiples daños materiales. El fenómeno dañó gravemente negocios y viviendas, y provocó cortes de energía eléctrica, requiriendo la intervención de cientos de agentes del Ejército mexicano y la Guardia Nacional.
La caída de granizo se prolongo por alrededor de 90 minutos, formando bloques de hielo de hasta dos metros de altura, atrapando vehículos e inundando viviendas. La zona norte de Puebla fue la más afectada, con una agencia de automóviles que sufrió el colapso de su techo y la rotura de ventanales.
El gobernador de Puebla, Sergio Salomón Céspedes, activó un plan de emergencia en coordinación con el Ejército Mexicano y otras autoridades. En un mensaje en redes sociales, Céspedes informó sobre las medidas de respuesta y la coordinación con diversas instituciones para atender los daños y asegurar la asistencia a los ciudadanos afectados. También mencionó la vigilancia en el municipio de Atlixco y otras áreas metropolitanas.
Las ráfagas de viento, de entre 15 y 20 km/h, derribaron árboles y anuncios espectaculares. El Servicio Meteorológico Nacional había pronosticado lluvias fuertes y granizo en varios estados del centro del país, y advirtió sobre la posible formación de torbellinos o tornados en Hidalgo, Puebla, Tlaxcala y el Estado de México.