Por Karina A. Rocha Priego
Las campañas electorales en el Estado de México siguen adelante, con la zozobra de los candidatos de ser víctimas de la ola delictiva que se ha desatado en contra de candidatos, candidatas y servidores públicos electorales.
Entre las militancias, hay decepciones e ilusiones por el triunfo, sin embargo, los errores cometidos por los partidos para lanzar a sus candidatos, se verá reflejado en las urnas sin duda alguna.
Un caso muy claro, el de Toluca, donde la candidata de la alianza PRI-PAN-PRD, Melissa Vargas, quiere supuestamente borrar el que Toluca, ya ha sido entregada a Ricardo Moreno Bastida, para preservar los privilegios de Raymundo Martínez, pero está errando.
Lo asegura en el discurso, pero no es suficiente, tiene que demostrarlo con hechos y el hecho es que su equipo de trabajo está plagado de raymundistas, los cuales son literalmente repudiados por el electorado de la capital del estado.
Recordemos que Raymundo Martínez está ahora operando para el PVEM, aliado de Morena, cuyo candidato es Ricardo Moreno, en Toluca, pretendiendo con ello ganarse la confianza morenista, seguramente para evitar que regrese a la cárcel, por los cargos que aún ostenta.
Melissa debe estar demente al permitir que Sergio Contreras, quien operó giras y logística para Raymundo Martínez, esté desempeñándose en el mismo cargo con ella como candidata, pues hay quienes aseguran que “Sergio”, jamás contravendría a Raymundo Martínez, por lo tanto no va a operar en favor de Melissa, muestra de ello es que se han presentado fallas tan burdas durante su campaña, como dejarla sin iluminación durante sus eventos una vez que les cae la noche.
Integrantes del Comité Municipal del PRI han detectado “errores” poco comunes para quien es profesional en el apartado de giras y logística, como desconocimiento de la agenda, desorden, desorganización, ausencia de voluntad política al omitir a personas que bien podrían dar impulso a la campaña de Vargas Camacho y otros que son imperdonables.
Si Melissa dice no ser objeto e instrumento para fingir durante la contienda política por Toluca, le falta mucho por hacer, amén de que debe delegar y no intentar ser todóloga” alargando sus jornadas de trabajo más allá de las 4 de la mañana para comenzar de nuevo entre las 7 y 9 horas del día, pues no es por tiempo, sino por calidad, verdad y compromiso que esta pueda llegar a los electores más reacios como los de Toluca.
Serías son las deficiencias que rondan la campaña de Melissa Vargas, el “expertice” de la experiencia que, se supone, la acompaña, no se nota y esto pudiera ser deliberado.
Pasan los días y muchos toluqueños se suman a la causa, la inercia está con ella, el desangelado desenvolvimiento de Moreno ayuda, la impresión de que cada uno se tiene, acentúa el rechazo manifiesto, en fin, una serie de elementos a favor que no han sido explotados.
¿Suicidio político a cambio de beneficios monetarios?, indudable; recordemos el caso de Alejandra del Moral, candidata priista a la gubernatura del Estado de México, quien, sabedora que era llevada a la derrota, decidió caer ante la tentación de lo que ganaría, monetariamente hablando, si hacía caso al hoy exgobernador Alfredo del Mazo, de dejar el poder a Delfina Gómez.
De ahí que los errores cometidos en su campaña fueron tan evidentes, como evidente fue el trato que Dell Morrall dio a la militancia priista, denostando a sus seguidores que sólo perdieron el tiempo por la candidata fallida.
En ese tenor se encuentra Melissa Vargas, quien, si bien no se está jugando tanto como lo hizo Del Moral, sí es de reconocer que Toluca, como capital del estado más poblado del país, tendría que ser digna representante de la alianza PRI-PAN-PRD, no una marioneta más del abuso, corrupción y falsas promesas.
Raymundo Martínez Carbajal está dolido, sin lugar a dudas, pero no fue el PRI, mucho menos la alianza, quienes le orillaron a cometer los delitos que se le imputan, sino su propia voracidad y abuso de poder, acompañado todo de actos de abuso y corrupción que, supuestamente, se siguen investigando, aunque, ahora que está del lado de Morena”, seguramente se harán de la vista gorda, como ha sucedido con todas las administraciones encabezadas por morenistas.
Pero, seamos honestos, nunca “las segundas partes” han sido buenas, por lo que Melissa Vargas, como “segunda” de Raymundo Martínez Carbajal, no puede ser la excepción y su equipo de trabajo lo está demostrando.