Sin importar quién pueda llegar a la Casa Blanca en las próximas elecciones de Estados Unidos, Kamala Harris y Donald Trump deberán enfrentar dos disputas comerciales contra México: un panel instalado para analizar la prohibición mexicana para importar maíz transgénico y otra controversia por la política energética que beneficia a las paraestatales mexicanas, adelantan especialistas y economistas del país vecino.
Además de las razones de política estadounidense, el Gobierno de Claudia Sheinbaum Pardo ha complicado aún más su posición ante la revisión del T-MEC derivado de las reformas constitucionales aprobadas o en camino de aprobación del llamado “Plan C”, incluyendo la reforma que recompone el Poder Judicial.
“Hay una sensación general entre ambos candidatos de que México se ha convertido en un socio menos confiable en términos generales”, asegura Ryan Berg, director para las Américas del Centro para Estudios Estratégicos e Internacionales (CSIS) sobre las percepciones de las campañas.