Por ROBERTO MELENDEZ S.
Los 17 barrios originarios y 14 pueblos de Xochimilco, la Tierra de las Flores, se han vestido de colores, alegría y devoción para recibir y festejar al Niñopa, al niño Jesús, una de las imágenes más antiguas de culto en América. Miles de creyentes, a diario, se han dado cita en diversos domicilios de la demarcación para visitar al a uno de sus Santos Patronos, a reciben con dulces, juguetes, comida y, sobre todo, con respeto y veneración por los milagros que a lo largo de décadas les ha hecho, sobre todo en favor de hijos, nietos, bisnietos y otros familiares. La tradición dada de siglos y, por fortuna, no se ha perdido.
A lo largo de los 365 días del año, sin importar las lluvias, sequias, fríos o calor, el Niñopa sale de su Mayordomía a visitar hogares de los barrios originales de Santiago Tulyehualco, Santa Cruz Acalpixca, Santa María Nativitas, San Esteban, El Rosario y San Lorenzo Atemoaya, por citar solo algunas de las comunidades, para llevar tranquilidad, armonía, paz y seguridad a quienes desde hace muchos meses habían solicitado se les concediera la gracia de que estuviera en sus hogares.
