Al término de 2024, Petróleos Mexicanos enfrenta una difícil situación: cada día produce menos petróleo, no refina más, tiene graves retrasos en el pago a sus proveedores, por lo cual su deuda sigue incrementándose, no obstante los apoyos y quitas que le entregó el gobierno federal.
El bombeo de petróleo crudo se dirige a perforar el piso del millón 400,000 barriles; de forma consolidada, la extracción de hidrocarburos líquidos quedó en un millón 772,00 barriles diarios a noviembre y tuvo su primera caída desde el 2019.
Durante el onceavo mes del año, la extracción de aceite de la petrolera descendió 10.2% a un millón 407,000 barriles diarios, en lo que fue su mayor retroceso desde el de 10.3% de abril del 2019. Este volumen de bombeo es ya el más reducido para Pemex desde el observado en mayo de 1979, que fue de un millón 401,000 barriles diarios, es decir hace más de 45 años.