La revisión histórica del pasado de represión de México que ordenó el presidente Andrés Manuel López Obrador llegó a su fin. El informe final del Mecanismo para la Verdad y el Esclarecimiento Histórico (MEH) tiene dudas y contradicciones: por un lado, identifica al menos 8 mil 594 víctimas de once tipos de violaciones graves a los derechos humanos cometidas entre 1965 y 1990.
Pero por otro lado, documenta el desacato del Ejército y el Centro Nacional de Inteligencia (CNI, antes CISEN) para abrir sus archivos pese a la orden presidencial.
Ambos organismos son señalados de formar parte de un entramado de instituciones en el país que perpetró las violaciones durante décadas y que, al no rendir cuentas, continúa vigente.