Por Tanya Acosta-Raül Ruiz/Reporteros.
En la víspera de la celebración del Día de Muertos y Fieles Difuntos, cada uno de los elementos que conforman una ofrenda tiene un significado especial, pero las velas y veladoras ocupan un lugar central. Estas no sólo adornan el altar con su luz cálida, sino que también poseen un simbolismo profundo que conecta con las creencias ancestrales de la muerte y el más allá. En el contexto del Día de Muertos, las velas representan la luz que ilumina el camino de las almas para que encuentren el altar que sus familiares han preparado. Se cree que, al encenderlas, las llamas sirven como guía para que los espíritus puedan regresar al mundo de los vivos y reunirse, aunque sea momentáneamente, con sus seres queridos.