Funcionarios brasileños encontraron a 163 ciudadanos chinos trabajando en “condiciones similares a la esclavitud” en un sitio de construcción para una fábrica propiedad del productor chino de vehículos eléctricos BYD en el estado de Durao, Brasil, informó la oficina local del fiscal laboral. Según las autoridades, los trabajadores fueron contratados en China por otra empresa y llevados a Brasil de manera irregular. Estaban trabajando largas horas, excediendo los límites establecidos por la ley brasileña, a veces durante siete días a la semana, y se encontraban en condiciones que las autoridades describieron como degradantes, entre otras violaciones laborales, añadieron.