Vecinos exigen que Lago de Guadalupe se respete como santuario

CUAUTITLÁN IZCALLI , MÉX.-Vecinos de Bosques del Lago se manifestaron el pasado sábado para exigir a las autoridades municipales y estatales respetar el decreto del 13 de octubre de 2004, donde el gobierno de la entidad mexiquense decreta como Santuario del Agua y Forestal al Lago de Guadalupe.

 

En entrevista, Francisco Rosales y vecinos del fraccionamiento Bosques del Lago y áreas aledañas, hicieron una enérgica llamada a autoridades estatales para que den soluciones concretas y evitar dañar el ecosistema de ese cuerpo de agua, uno de los más importantes del Valle de México.

 

Los vecinos de Bosques del Lago tras realizar un bloqueo de la Glorieta Rotarios, donde confluye la circulación a Atizapán de Zaragoza y Nicolás Romero, pidieron a las autoridades locales y estatales hacer valer el Decreto de Santuario del Agua Y Forestal del Lago de Guadalupe que cumplió 20 años de su expedición, por lo que piden evitar los cambios de uso de suelo, no aumentar la densidad de construcciones, no realizar plantaciones, ni planeación, ni realizar acción alguna en la rivera de la presa que pueda alterar su equilibrio ecológico.

 

Luego de haber enviado diversos documentos a las autoridades correspondientes, Francisco Rosales Barriga con un grupo de vecinos insistieron en que no se permitan más desarrollos habitacionales, que no se cambien el uso de suelo del fraccionamiento Bosques del lago y que la rivera del Lago de Guadalupe sea respetada y no se realicen acciones como el arrojar tierra y desechos de construcciones en su cause con el afán de reducir su volumen natural.

 

T

ambién solicitan que cese la tala de árboles, ya que en el mismo decreto restringe esta actividad con la finalidad de proteger el entorno ecológico y ecosistema de ese cuerpo de agua, uno de los más importantes del Norponiente del Valle de México.

 

Destacó el vecino de Bosques del Lago que este fin de semana varios de los residentes del fraccionamiento realizaron una movilización en la Glorieta que confluye con las vialidades que van a Atizapán y Nicolás Romero, con el fin de protestar por la falta de respeto al decreto expropietario del 2004 donde se declara a ese cuerpo de agua como Santuario del Agua y Forestal por el Gobierno del Estado de México, el cual fue publicado en el Diario Oficial de la entidad el 13 de octubre de 2004.

 

Derivado de esa muestra de inconformidad se acercaron a los colonos funcionarios de la entidad mexiquense para conciliar y permitir se reabriera la circulación para el paso normal de vehículos particulares, de carga y de transporte público.

 

 

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