Por Karina A. Rocha Priego
Cada vez está más cerca el día de las elecciones en México y, conforme se acerca la fecha, crece la incertidumbre entre la población y, no precisamente por la indecisión de por quien habrán de votar, sino porque las amenazas y la violencia entre los candidatos que se ha venido dando a lo largo de las campañas electorales, aseguran, pueden culminar el día de la votación con trágicos resultados pues, indiscutiblemente, la delincuencia organizada no quiere soltar ciertos municipios que sirven de paso para las actividades ilícitas que realizan, además de buscar tener el “control total” de un municipio, sea cual fuere.
Pero además de esa incertidumbre, querido lector, a estas alturas donde la guerra de encuestas está a su máximo nivel, difícilmente podría decirse que candidato lleva ventaja y que candidato no. Durante la última semana, los números han sufrido cambios verdaderamente drásticos, o sea, hoy un candidato tiene 5 puntos arriba de su contrincante y al otro día puede estar por debajo hasta por 10 o 12 puntos, fenómeno que sólo podría atribuirse al movimiento de encuestadoras que se mueven al son del pago que reciben por su trabajo, aunque, no todo es inservible, pues no dejan de ser un termómetro para la población.
Ahora bien, otro fenómeno que se viene presentando y que también causa preocupación entre la población, sin lugar a dudas es el qué va a pasar con todos los candidatos que están jugándose la reelección, o sea, quienes ya gobernaron y quieren seguir gobernando. En este punto, queridos lectores, llama la atención el cómo se han venido moviendo los números y, cómo, los que desde el inicio de la contienda pintaron “como favoritos”, hoy podrían encontrarse en “empate técnico”, lo cual, ustedes lo saben mejor que nadie, es imposible, pues siempre debe haber un ganador y, el empate técnico como lo llaman, no es más que una “derrota anunciada” para cualquiera de los candidatos.
En el Estado de México, a pesar de la inconformidad que prevalece entre los mexiquenses debido al tibio desempeño que viene desarrollando la recién nombrada gobernadora, Delfina Gómez Álvarez, y la manipulación que, dicen, ejerce sobre ella el secretario general de Gobierno, Horacio Duarte, el dinero que ha repartido Andrés Manuel López Obrador vía los supuestos programas sociales, tiene al electorado indeciso sí, aunque un tanto inclinado hacia Morena.
O sea, la gente sí recibe el dinero de Morena, pero todavía no sabe si votar por ese partido o no, pues, digan lo que digan, el costo de la vida desde que llegó AMLO al poder, se ha duplicado en unos casos y triplicado en otros; esto es que, a pesar del “reparto de dinero” a las supuestas familias pobres -que tampoco es del todo cierto- no ha sido suficiente para mejorar su estilo de vida, o sea, el pobre sigue siendo pobre, y el más pobre, pues hoy es un “muerto de hambre”, pese a esos recursos recibidos; sabemos que esta es una farsa del gobierno para manipular al más jodido y al más ignorante.
Pero bueno, hay confusión entre los candidatos, ya que en muchos municipios donde se jugará la reelección, si bien conocen al candidato, no saben que tendrían que volver a votar por él para que continúe en el poder y si se trata de nuevos candidatos, mucho menos los conocen.
Para colmo, muchos de los que van por reelección se confiaron, y ahora están padeciendo una “caída libre” en la preferencia electoral que no saben cómo frenar y estamos a escasos ocho días de que concluyan las campañas políticas donde, los equipos de campaña y los candidatos ya muestran cierta desesperación, pues parece que las cosas no son como esperaban.
Para la Presidencial no es diferente, una finge “que no le importa nada”, otra finge que sí le importa y el único que, ni fu ni fa es el candidato Máynez a quien le cargan “los muertitos” de la caída de un templete pero, como es “una rémora de AMLO”, pues no pasa nada.
A nivel alcaldías de la Ciudad de México, todo parece indicar que Morena va en picada, y el PAN podría dar la sorpresa; en el Estado de México, queridos lectores, he de insistir, que hay temor. En la zona sur del Estado de México, la delincuencia organizada hace de las suyas, aunque, como ya lo comentamos hace unos días, la que ni sufre ni se acongoja es la candidata de Valle de Bravo, Michelle Núñez, quien tiene doble protección, por un lado el secretario general de Gobierno, Horacio Duarte, y, por el otro, dicen, la delincuencia organizada, sí esos que “apañaron” a su contrincante Zudikey Rodríguez en las elecciones de hace tres años pero, de ahí en fuera, querido lector, todos están “a la buena de Dios”.
Para colmo, el pasado sábado asesinaron a otro morenista que estaba en campaña, como fue el caso del Coordinador de Comunicación de Temamatla, César Alejandro Martínez Pacheco, quien sin más, recibió varios disparos de dos desconocidos.
Y es que la desesperación también se da en los círculos delictivos que operan en el Estado de México donde, al ver que no pudieron “convencer” a ciertos candidatos o candidatas de renunciar a sus aspiraciones, es que terminan asesinando a gente de sus equipos de trabajo, pues les urge asumir el poder, de ahí que se hable en la entidad mexiquense, de que podríamos vivir una “narcoelección” con resultados funestos.
Sin embargo, queridos lectores, pese al pesimismo en el que podrían estar sumergidos, candidatos y electores, la solución a esta incertidumbre será, sin lugar a duda, SALIR A VOTAR el próximo 2 de junio.
El reto, combatir el abstencionismo y vigilar cada uno de los electores su voto, pues también se busca