Al cierre de julio, el déficit fiscal fue de 686,899 millones de pesos, un descenso de 36.3% frente al mismo periodo del año pasado, y que obedece a un recorte al presupuesto por 300,729 millones, y excedentes por ingresos no petroleros por 122,568 millones impulsados.
Con este tipo de acciones la población tiene menor acceso, y en peores condiciones, a los servicios y obras públicas, pues son gastos que se pueden ajustar de manera más sencilla, frente a otros que son obligatorios como el costo de la deuda pública o los recursos que se envían a los estados.
