El último estudio de Kelly revela esa fractura interna: solo 55% de las empresas automotrices están de acuerdo con la propuesta; el resto observa un escenario más complejo, pues el 27.75% dice estar parcialmente de acuerdo, el 9.57% rechaza abiertamente la medida y el 7.66% admite no tener aún una postura definida.
Las expectativas más negativas también están cuantificadas. Las empresas temen una caída en productividad y un aumento en la rotación; incluso, una parte significativa duda de que la reducción mejore el clima laboral; solo 18.66% cree que disminuir las horas elevaría el bienestar de los colaboradores.
