El gobierno del presidente Donald Trump ordenó la suspensión del que hasta ahora era considerado el proyecto eólico marino más emblemático de Iberdrola en Estados Unidos, una decisión que impacta de lleno en la estrategia de expansión de las energías renovables en la costa este del país, la medida afecta a Vineyard Wind 1, una inversión cercana a los 2.700 millones de dólares, así como a otros cuatro grandes desarrollos eólicos marinos que dependían de arrendamientos federales.
La decisión fue justificada por la Casa Blanca bajo el argumento de posibles riesgos para la “seguridad nacional”, una categoría amplia que permite al Ejecutivo revisar o frenar proyectos de infraestructura considerados estratégicos, con ello, la administración Trump ordenó una pausa administrativa en los arrendamientos otorgados en aguas federales, lo que en la práctica detiene avances clave en construcción, financiamiento y operación.
