Ciertamente no será una encomienda fácil la que tendrá en sus manos, mucho menos cuando las relaciones entre ambas dependencias están un tanto desgastadas, como es el caso de la Administración de Control de Drogas con el Gobierno mexicano. Ya de entrada se adelanta que será muy complicado que la presidenta electa de México, Claudia Sheinbaum Pardo logre tener el apoyo y el acercamiento que necesitará de las autoridades federales estadunidenses en su lucha para combatir a los sanguinarios cárteles de la droga, dijeron las fuentes conocedoras del tema.
Vale recordar que la DEA y el gobierno de México de la mano del presidente Andrés Manuel López Obrador se desquebrajaron luego de que la DEA acusó a un general mexicano retirado y ex ministro de Defensa.