Por ROBERTO MELENDEZ S.
En enfrentamientos armados con sicarios al servicio del crimen organizado, cuatro policías municipales de Chignahuapan, en el estado de Puebla, perdieron la existencia y otros seis servidores públicos resultaron heridos en Celaya, Guanajuato, en tanto que, en China y General Bravo, Nuevo León, policías estatales fueron atacados con armas largas, luego de decomisar cinco “monstruos” –vehículos con blindaje artesanal—propiedad de narcotraficantes.
El primero de los casos se registró en la comunidad de San Francisco Torrecillas, donde un grupo de hombres armados atacaron a efectivos policiales municipales que habrían detenido, en posesión de equipo táctico, a varios individuos, a quienes trasladaban a la agencia del Ministerio, sin imaginar que éstos serían rescatados por sus cómplices.
