Las cosas lucen cada vez más complicadas para el futuro de la línea Mexicana de Aviación, que por el momento está imposibilitada para volar sus nuevos aviones toda vez que aún arrastran un adeudo millonario.
Según revelan fuentes cercanas a la marca, el tema tiene que ver con una demanda que interpusieron extrabajadores de confianza de la extinta aerolínea, la misma que les impide liquidar el adeudo; en ese sentido se dice que el líder de jubilados teme que con el nuevo gobierno se demore el proceso de pagos que prometió para adquirir la marca Mexicana de Aviación así como algunos activos, a causa de una demanda de 45 extrabajadores de la extinta aerolínea.
El año pasado, el gobierno federal, a través de la Secretaría de Infraestructura Comunicaciones y Transportes (SICT), compró por 815 millones de pesos la marca Mexicana de Aviación y otras submarcas, así como un edificio en Guadalajara, un piso en la calle de Balderas en la Ciudad de México, el centro de adiestramiento frente al Aeropuerto Internacional de la Ciudad de México y un simulador de vuelo.
