Por Karina A. Rocha Priego
¡Ya parecemos disco rayado!, mientras las autoridades siguen ciegas, sordas y mudas y cuando hablan, la «riegan», por otro lado los problemas sociales en el país se recrudecen.
Resulta que el asunto de «salud», hoy por hoy, va más allá de la falta de medicamentos en clínicas y hospitales y, aunque parezca que eso debe ser lo más importante, no es así pues, estarán de acuerdo, los factores que intervienen en el buen funcionamiento de un hospital, son insumos, medicamentos, equipo, todo tipo de personal médico y enfermeras y, por su puesto, de mantenimiento.
Sin embargo, hoy todos los hospitales públicos en México ¡están del asco! Si no se inundan, se derrumban o explotan; los pacientes son tratados como despojos humanos y peor aún los familiares.
Aún así, esta 4T sigue llevando a cabo la equivocada transformación de los más hospitales posibles a lo que llaman «IMSS Bienestar» y ese, solo es un nombre mercadotécnico, publicitario, que dista mucho de una realidad que presumen las autoridades.
El Estado de México, el más importante del país, no está mejor que los demás, pese a las promesas de los gobiernos federal y estatal; pese a las múltiples visitas de Claudia Sheinbaum a territorio mexiquense -sabedora ésta que, a nivel votos, es el más fructífero, no por eso el más beneficiado-; pese a las supuestas inversiones.
En lo que a salud pública se refiere, en la entidad mexiquense anunciaron recientemente, con «bombo y platillo» la distribución de más de dos millones de piezas de medicamentos como parte del programa Rutas de la Salud, el cual tiene como propósito acercar insumos a distintas unidades médicas.
Incluso, en un enlace durante la Mañanera del Pueblo, se compartieron detalles sobre la implementación de este nuevo programa en la entidad, que se desarrolla a través de IMSS-Bienestar y, en el caso del Estado de México, la iniciativa llegará a 44 unidades médicas de primer nivel, en las que se distribuirán más de 2 millones 79 mil 939 piezas; presumiendo algunos camiones con los cuales se llevará a cabo la distribución de medicamentos, pero resulta que eso, ¡no ha sucedido!.
El aviso se dio el pasado 19 de agosto y, hasta el momento, no se ha visto nada claro. Las clínicas del IMSS de la entidad mexiquense, están igual o peor que antes de que se diera a conocer la noticia de distribución de medicamentos.
Es más, clínicas y hospitales del IMSS-”Malestar”, hoy están peor que nunca. Familiares de los enfermos, ahora ya no esperan en el suelo de los nosocomios sino en las calles, porque no se les permite el acceso.
Los enfermos de urgencias, siguen recibiendo sueros y algunos tratamientos en el suelo de esa estación, porque no hay espacio, no hay camas, no hay nada y, lamentablemente, muchos de ellos tienen que esperar horas para siquiera «ser vistos» por el personal de enfermería o de admisiones porque ése, nunca tiene tiempo, así el paciente se esté desangrando.
Para colmo, el personal de enfermería y admisiones, sigue siendo «la misma basura de siempre»: enfermeras mal encaradas, déspotas, racistas y groseras -como si ellas vinieran de cuna de se-da-, maltratando a enfermos y familiares de los enfermos.
A eso hay que sumarle que se están dando «cancelaciones múltiples», desde citas para los médicos familiares, hasta cirugías de alto riesgo, sin dejar de pasar por las citas para laboratorio o rayos X, ultrasonidos, diálisis o hasta quimios.
Primero, porque no tienen los insumos necesarios y mucho menos los medicamentos, pero hoy, se padece de una carencia más grave: ¡no hay médicos tratantes o especialistas! porque, ante la imposición del Gobierno Federal de implementar el IMSS-“Malestar”, es que muchos médicos «de base», están siendo informados de que ¡perderán sus antigüedades, categorías y hasta su especialidad! y, aquellos que están haciendo, precisamente su especialidad -residentes- los están enviando como médicos generales, y que se las arreglen como puedan.
Pero, ¿sabe usted por que está pasando esto? Primero por la incapacidad del Gobierno de hacer bien las cosas y cumplir sus promesas; segundo, porque todos los médicos, especialistas principalmente, ¡están renunciando a sus empleos!, inconformes con lo que está sucediendo en el IMSS, dejando a los o las asistentes médicas para que sigan atendiendo a la gente, pero, en lo que «le agarran el hilo a la madeja», están regresando a sus casas a decenas de pacientes que, no dude usted, pueden hasta morir en el camino.
Claro que, familiares de algún paciente que continuamente necesita vigilancia y tratamiento médico están al borde del colapso, porque les están reagendando constantemente sus citas, a pesar de la gravedad de las circunstancias.
Es terriblemente lamentable que, en lo que las autoridades «marean con discursos y mentiras» a los ciudadanos, la realidad sea totalmente distinta y que ello implique la vida o muerte de un ciudadano internado o «tratado» en el IMSS-
“Malestar”.
Y que conste, las clínicas y hospitales que se convertirán en IMSS-Bienestar en todo México son principalmente aquellos que anteriormente eran operados por las Secretarías de Salud estatales y federales, abarcando desde centros de salud hasta hospitales generales y de especialidad, o sea, ¡casi todos! que, a su vez, sustituyen al INSABI (Instituto de Salud para el Bienestar).
¡Pésima noticia! para pacientes y familiares de los pacientes; ciudadanos de escasos recursos económicos que han creído en «las falsas promesas» del Gobierno, sin saber que, llegar a un IMSS-Bienestar, podría ser «una condena a muerte».
Y, como era de esperarse, para los tres niveles de gobierno ¡morenistas!, lo fácil es «hablar, prometer, mentir, desvariar» pero, si tuvieran la decencia -que no la conocen- visitar «su obra maestra» (IMSS-Bienestar), se darían cuenta de que esos, son verdaderos muladares.
En fin, ojalá hubiera alguien que pusiera orden en este desorden gubernamental, aunque, desgraciadamente, ¡ni la oposición se da el tiempo para llevar a cabo esas visitas, tan necesarias, para denunciar las falsedades de la 4T!……
