Con domicilios fantasma y cuestionada por la Auditoría Superior de la Federación (ASF) en sus precios y servicios, El Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) otorgó cuatro contratos por asignación directa por más de mil 100 millones de pesos a una empresa turbia.
Según la ASF los “servicios informáticos” contratados por el Seguro Social, encabezado por Zoé Robledo, no eran necesarios para la institución. Dichos contratos se otorgaron al Grupo PM Soluciones y PM Soluciones, que no figura en el Registro Público de Comercio, además que en diferentes contratos ha otorgado direcciones distintas, sin embargo no se encuentra ninguna actividad relacionada con la empresa.
Los domicilios que ha otorgado dicha empresa como sede no corresponden, ya que son inmuebles vacíos o casas en renta.
