Agentes de Aduanas y Protección Fronteriza de Estados Unidos (CBP, por sus siglas en inglés) asignados al Sector Blaine, en el estado de Washington, encontraron dos mochilas abandonadas en un bosque cercano a la frontera con Canadá, que contenían 1,1 millones de dólares en cocaína.
Las mochilas negras, que pesaban 78 libras, contenían 30 paquetes con forma de ladrillo. Tras someter la sustancia a pruebas, las autoridades confirmaron que se trataba de cocaína.
La Administración de Control de Drogas (DEA) recibió el cargamento incautado para su manejo e investigación. Sin embargo, las autoridades no han revelado información sobre cómo las mochilas llegaron a esa ubicación, ni sobre posibles responsables o arrestos relacionados con el caso.