Moscú aseguró este sábado que llevó a cabo un ataque aéreo masivo contra instalaciones energéticas y objetivos militares en Ucrania, utilizando misiles hipersónicos Kinzhal y una gran cantidad de drones, en lo que calificó como una represalia por recientes acciones ucranianas contra infraestructura civil en territorio ruso. La ofensiva nocturna provocó daños significativos en distintas regiones ucranianas y dejó a miles de personas sin suministro eléctrico, según reconocieron autoridades de Kiev.
El Ministerio de Defensa ruso afirmó que los bombardeos estuvieron dirigidos a centros clave del sistema energético y a emplazamientos militares, y que formaron parte de una “respuesta” a lo que describió como ataques terroristas ucranianos contra población civil en Rusia. En su versión, Moscú sostiene que estas operaciones buscan debilitar la capacidad de Ucrania para sostener el esfuerzo bélico y frenar nuevas incursiones en suelo ruso.
