La marcha convocada por la Generación Z este sábado 15 de noviembre ha movilizado a miles de jóvenes en distintos puntos del país, con concentraciones simultáneas en estados como Jalisco, Nuevo León, Michoacán, Puebla y Chihuahua. Desde el Ángel de la Independencia en la CDMX, estudiantes, activistas y ciudadanos se han reunido para exigir un México más seguro, justo y con instituciones que respondan a las necesidades de las nuevas generaciones.
Con una identidad marcada por la era digital, la protesta destaca por sus símbolos culturales: pancartas con frases virales, referencias a anime y música urbana acompañan consignas que claman por justicia, transparencia y participación política real. Para los centennials, la lucha ya no solo se libra en internet: también se vive en las calles.
Las demandas son claras: detener la violencia que afecta al país, acabar con la impunidad y fortalecer mecanismos de rendición de cuentas como la revocación de mandato. Esta movilización, que se replica en múltiples ciudades de varios estados, representa el despertar de una generación que ha decidido dejar atrás la etiqueta de “apática”.
Las autoridades han desplegado seguridad en puntos clave mientras los jóvenes avanzan rumbo al Zócalo capitalino, sin intención de confrontar, sino de hacerse escuchar.
Hoy, la Generación Z está enviando un mensaje contundente: el futuro les pertenece y no están dispuestos a esperar. Quieren un país donde vivir sea un derecho, no un riesgo.
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