El último World Inequality Report, avalado por economistas de prestigio como Thomas Piketty, revela que la inequidad se mantiene en niveles extremadamente altos y que en algunos aspectos incluso ha empeorado en los últimos años, lo que supone no solo una brecha dramática en términos de oportunidades sino una seria amenaza para los sistemas democráticos.
Más impactante todavía es el hecho de que menos de 60,000 personas —el 0.001% mundial— controlen tres veces más patrimonio que los 3,000 millones de personas más pobres juntas.
