Tras la audiencia del lunes 1 de diciembre en la Corte Federal del Distrito Norte de Illinois, donde Joaquín Guzmán López se declaró culpable de conspiración para tráfico de drogas y de operar una empresa criminal continua, diversas figuras del gobierno de Estados Unidos salieron a celebrar públicamente el golpe contra la estructura del Cártel de Sinaloa. La fiscal general, Pamela Bondi, calificó la resolución como “una gran victoria” en la cruzada para desmantelar redes criminales que, según el gobierno, amenazan directamente la salud y seguridad pública estadounidense.
El fiscal federal para el Distrito Sur de California, Adam Gordon, resumió la postura oficial con una frase que puso sobre la mesa el nuevo objetivo estadounidense: “Dos caídos, faltan dos”.
