La Sala Superior del Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación (TEPJF) enfrenta el reto de calificar la elección presidencial en medio de una división entre sus integrantes y con dos vacantes en el pleno, por lo que deberán elegir a una magistratura regional para alcanzar el quórum necesario para determinar la validez de la próxima presidenta de México.