Chilpancingo amaneció convertida en una ciudad fantasma. Los grupos criminales paralizaron por segundo día consecutivo a la población que prefirió resguardarse ante la falta de transporte y de seguridad.
Ante el silencio de las autoridades, este martes el transporte público dejó de circular, las escuelas suspendieron labores y los comercios no abrieron.
Es el primer día hábil de la semana, después del fin de semana largo, y desde las primeras horas no hay taxis, combis ni vehículos particulares por las calles y avenidas de Chilpancingo.
Las escuelas decidieron por acuerdos internos cerrar. Tampoco hay negocios abiertos.
En la víspera se desató una disputa entre dos grupos criminales poniendo como blanco a los transportistas: tres conductores de camionetas tipo urvan de rutas foráneas y locales, así como un operador de taxi fueron asesinados cuando iniciaban su jornada laboral. A este último lo calcinaron en su unidad en el libramiento Chilpancingo-Petaquillas.